Me gusta el chisme, el gorgeo y las platicas profundas, amenizar el rato con chascarrillos y ocurrencias imprevistas, soy el alma de la fiesta y la dicharachera de la familia, aunque he de confesar que también soy la metepatas, aquella que por hablar hasta los codos se le sale invitar a los indeseables a las fiestas familiares, decir que la tia tiene juanetes cuando era un secreto a voces, ya se imaginaran, pero juro que lo hago sin intención de fastidiar.
Eso le contaba a mi hermana de regreso de la visita familiar, sin mi pequeña Vicky me viera o comprendiera lo que implica se la hermanita menor y la metepatas de seguro pediria una madre distinta, sin embargo esta es la que le toco, por ello prometo cambiar, no hablar sin meditar un poco en lo que quiero expresar y sobretodo enseñarle a mi pequeño retoño que lo mejor de la vida es la alegría de poder comunicarnos con nuestros sememjantes.
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